Pero cuando se nos juzgamos, ... Esto se dice a modo de consolación a los santos, que cuando la mano del Señor está sobre ellos, y los aflige, deben considerar estas cosas, no como los efectos de su Vindicamente ira y justicia, como castigos adecuados para sus pecados, pero como castigos paternales para su bien:

Somos castigados del Señor; Como niños por un padre, enamorado y amabilidad, para llevar a un sentido del pecado, arrepentimiento por ello, y reconocerlo, y comportarlo mejor para el futuro:

que no debemos ser condenados con el mundo; El mundo de los hombres impíos, los hombres del mundo, los pecadores carnales, mundanos y de Cristo. Hay un mundo, una multitud de ellos que será condenado. Hasta ahora, ha estado Cristo de morir por la redención y la salvación de cada persona individual en el mundo, que hay un mundo de hombres que serán condenados rectos en el último día. Ahora las aflicciones actuales y los castigos de los santos se les ponen y los bendecieron por su bien espiritual, para que no sean condenados a la segunda muerte, al fuego eterno, a la condenación sin fin, o ser castigados con la destrucción eterna junto con la destrucción eterna junto con ellos.

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