A Timoteo, mi querido hijo, ... no en un sentido natural, sino en un sentido espiritual; y no debido a su ser un instrumento de su conversión, sino por la razón de esa instrucción en las doctrinas del Evangelio que le dio, es habitual llamar a los niños discípulos; Y lo llama así, porque como hijo, él, siendo joven en años, servido con él, y bajo él, como padre, en el evangelio de Cristo; Por quién tuvo un gran afecto, a causa de haber sido un compañero con él en sus viajes, y muy útil para él en el ministerio, y debido a sus regalos singulares y eminentes, gran gracia, religión y santidad: gracia , misericordia y paz, c. 1 Timoteo 1:2.

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