y [tenían] las manos de un hombre bajo sus alas en sus cuatro lados ,. "Manos de un hombre" denota acción, según el conocimiento; Los ministros del Evangelio son hombres de práctica y negocios, así como la teoría y el conocimiento de las cosas; Y actúan como hombres de una manera racional, según la voluntad de Dios revelados en la Palabra: y estos "en sus cuatro lados", muestran que tienen mucho trabajo que hacer todo, en cada lado; Al ministrar la palabra, administrando las ordenanzas; visitando a su gente; Dando consejo, precaución, comodidad, exhortación, instrucción, c. y que tienen muchas manos para hacer, con mucha gracia y fuerza desde arriba y tienen necesidad de todas las manos que tienen; y lo que tienen emplean constantemente, y son firmes e inmovibles, siempre abundan en la obra del Señor. Briareus, un hombre de negocios, está representado por los poetas como cien manos. Estos están "bajo sus alas", muestran que, además de sus ministraciones públicas, hacen mucho trabajo en secreto y en privado, en su armario y estudios, donde ningún ojo los ve sino el ojo de Dios, así como en casas privadas, por su Visitas y conversación; y también es expresivo de su modestia y humildad, no hacer lo que hacen para ser vistos de hombres, ni jactancia de sus obras; pero atribuyendo a toda la gracia de Dios, y la fuerza de Cristo, por la cual los realizan, y que les dan éxito a los judíos, en el Talmud M, interpretan esto de la mano de Dios mismo, que se extiende bajo las alas de la Criaturas vivientes, para recibir personas penitentes; porque está escrito ידו, "su mano", pero lee ידי, "manos". Y cuatro tenían sus caras y sus alas; Es decir, en sus cuatro lados; una cara y un ala antes, y una cara y un ala detrás, y una cara y un ala a cada lado; y debajo de cada ala la mano y el brazo de un hombre. El Targum del conjunto es,.

"Y las manos, como las manos de un hombre, se hicieron para ellos bajo sus alas en sus cuatro lados; para llevarles a ellos brasos de fuego entre el querubín bajo el firmamento, que estaba sobre sus asientos, para que los pusieran en manos de la serafines, para dispersarse sobre el lugar de los impíos, para destruir a los malvados que transgrede su palabra; y sus caras y sus alas eran iguales a ellos cuatro; ''.

Ver Ezequiel 10:2.

m bab. Pesachim, siguiendo. 119. 1.

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