Y no nos dejemos cansados ​​en el bien, ... Esto puede entenderse bien, o hacer buenos trabajos en general, de cada tipo; que son tales como se hacen de acuerdo con la voluntad de Dios, de un principio de amor a él, en la fe, y en nombre y fuerza de Cristo, y con miras a la gloria de Dios: o de lo demás actos de beneficencia a Cristo. Ministros y pobres en particular; que son agradables para la mente de Dios, y bien lo que se encuentran a la vista, y al hacer qué hombres no deben estar cansados; Tampoco, cuando se renovan su fuerza espiritual, y la gracia está en ejercicio, aunque pueden reunirse con muchas cosas que tienden a desalentarlos y hacer que se cansen; Como el cambio en sus propias circunstancias, las pérdidas en el mundo, la multitud de objetos, la ingrata de algunos e indignidad de los demás:

Por a su debido tiempo cosecharemos; ya sea en este mundo, tarde o temprano; en el momento adecuado, en el tiempo de Dios, disfrutando de un aumento de los frutos de la justicia; Porque las semillas sembradas se levantarán de nuevo; El pan que se emite en las aguas se encontrará después de muchos días; Y, como el honor, el Señor con su sustancia será bendecido con muchas cosas buenas temporales, ya sea o suya: o de lo contrario en el otro mundo, o al final de esto; que será el tiempo de cosecha, el tiempo de cosecha, el tiempo de disfrutar de la vida eterna:

Si no nos desmayamos; Pero continúe hasta el final, persevera constantemente en hacer actos de beneficencia, y esperar pacientemente, como lo hace el panorama, por los preciosos frutos de la tierra; porque debe haber una distancia de tiempo entre siembra y cosechamiento; Los hombres no deben esperar cosechar tan pronto como siembran; y, por lo tanto, no debe ser cansado de la siembra, ni impacientan en la espera, aunque aún no ven la apariencia de los frutos de los mismos; Porque en su temporada serán vistos y disfrutados.

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