Es una cosa temerosa caer en las manos del Dios vivo. Porque esto debe entenderse no en un buen sentido; Entonces, en general, se puede decir que toda la humanidad caiga, o tenga en manos de Dios, ya que son el trabajo de sus manos, el cuidado de su providencia, y están sujetos a su soberanía; y de manera especial, los creyentes, cuyos tiempos y personas están en la mano de Dios, lo que no le corresponde su gran afecto por ellos, su cercanía a él, el apoyo que tienen por él y la protección de él; y eligen caer en manos de él como un padre castigoso, en lugar de en manos de los hombres, y en la muerte se encomiendan en sus manos: pero aquí se toma en un mal sentido, y significa ser arrestado por la justicia como un criminal, y ser llevado a la barra de Dios y recibir la sentencia de condenación; cuando tal sentirá el peso de su mano, y la ferocidad de su ira; Y esto es "una cosa temerosa": es una cosa terrible caer en las manos de los hombres, heridos y afrontados, y que tienen poder, y no mostrarán piedad; Es muy tremendo caer en manos de Dios, en el camino de sus juicios en este mundo; Las aprensiones de un juicio futuro son terribles de antemano; y el aparato de la sentencia, cuando viene, será muy sorprendente y sorprendente; Pero para pararse ante el juez, acusado de pecado, desnudo, y sin justicia, sin palabras, y nadie para hablar a favor de ellos; Para escuchar la terrible frase pronunciada, y sentir la ira de Dios con lo máximo, ¡qué horrible debe ser! Las agravaciones de esto son, que se encuentra en las manos "de Dios" que tal caída, y no en las manos de los hombres, o las meras criaturas; Pero de Dios, que es omnisciente, y ve a través de todas las pretensiones; Omnipotente, y ninguno puede rescatar sus manos por la fuerza; omnipresente, y así no escapar de él; Justo y fiel, y no sobornado, inexorable, inmutable, y inalterable: y que él es "el Dios vivo"; en oposición a las deidades sin vida de los gentiles, y a los hombres mortales; y es expresivo de su eternidad, y así de la duración del castigo del pecador, que cae en sus manos.

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