(13) Ahora bien, el que nos confirma con vosotros en Cristo, y nos ungió, es Dios;

(13) Atribuye la alabanza de esta constancia solo a la gracia de Dios, a través del Espíritu Santo. Además, concluye que no pueden dudar de su fe y de sus semejantes, sin dañar al Espíritu de Dios, ya que ellos mismos saben que todo esto es verdad.

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