(5) Porque no quisiéramos, hermanos, ¿habéis ignorado nuestra angustia que nos sobrevino en Asia, que fuimos presionados fuera de medida, por encima de las fuerzas, de tal manera que (e) desesperamos incluso de la vida?

(5) Él testifica que no se avergüenza de sus aflicciones, y además desea que todos los hombres conozcan su grandeza, y también su liberación de ellas, aunque aún no es perfecta.

(e) No sabía en absoluto qué hacer, ni vi con la ayuda del hombre qué camino salvar mi vida.

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