(2) Pero esto [digo]: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra abundantemente, también segará abundantemente.

(2) Las limosnas no se deben dar a regañadientes, ni con repugnancia, ni con moderación. Y una limosna generosa y gratuita se compara con una siembra que tiene una cosecha más abundante de la bendición más abundante que sigue.

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