El día que te detuviste (h) al otro lado, el día en que extraños se llevaron cautivo a sus ejércitos, y extranjeros entraron por sus puertas y echaron suertes sobre Jerusalén, aun tú [eras] como uno de ellos.

(h) Cuando Nabucodonosor vino contra Jerusalén, te uniste a él y obtuviste parte del botín, y así te alegraste cuando mi pueblo (es decir, tu hermano) estaba afligido, cuando debiste compadecerte y ayudar a tu hermano.

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