(5) El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, sea justo todavía; y el que es santo, sea santo todavía.

(5) Se anticipa una objeción, pero habrá algunos que usarán esta ocasión para el mal y arrebatarán esta escritura para su propia destrucción, como dice Pedro. ¿Entonces que? dice el ángel, los misterios de Dios no deben ocultarse, que le ha agradado comunicarnos. Que sean dañinos para los demás, que sean cada vez más viles en sí mismos los que no agradan a esta Escritura; sin embargo, otros serán más conformes a la justicia por esto, y a la verdadera santidad. No se puede descuidar el cuidado y la reforma de estos, debido a la ofensa voluntaria y maliciosa de otros.

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