(9) Los veinticuatro ancianos se postraron ante el que estaba sentado en el trono, adoraron al que vive por los siglos de los siglos y arrojaron sus coronas delante del trono, diciendo:

(9) Tres signos de honor divino dados a Dios, postración o caída, adoración y arrojar sus coronas ante Dios: en los cuales los piadosos, aunque hechos reyes por Cristo, voluntariamente se despojan de toda gloria, movidos con un respeto religioso por el majestad de Dios.

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