Oh Señor, de nosotros [es] la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque contra ti pecamos.

(g) No disculpa a los reyes por su autoridad, sino que ora principalmente por ellos como las principales ocasiones de estas grandes plagas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad