(8) Y se levantó un gran clamor; y se levantaron los escribas [que eran] de la parte de los fariseos, y riñeron, diciendo: No hallamos mal en este hombre; pero si un espíritu o un ángel le ha hablado él, no luchemos contra Dios.

(8) El Señor, cuando le place, encuentra defensores de su causa, incluso entre sus enemigos.

(e) La oficina del escriba era una oficina pública, y el nombre de los fariseos era el nombre de una secta.

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