(12) El lugar de la Escritura que leyó era este: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero mudo ante su trasquilador, así no abrió él su boca.

(12) Aquellas cosas que parecen suceder más por casualidad o fortuna (como lo llaman los hombres) están gobernadas por la secreta providencia de Dios.

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