Y sucederá en aquel día, [que] el Señor volverá a extender su mano (g) por segunda vez para recobrar el remanente de su pueblo, que quedará de Asiria, de Egipto y de Patros, y de Cus, y de Elam, y de Sinar, y de Hamat, y de las islas del mar.

(g) Porque Dios primero liberó a su pueblo de Egipto y ahora promete librarlo de las manos de sus enemigos como de los partos, persas, caldeos y de Antioquía entre los cuales fueron dispersados ​​y esto se refiere principalmente a Cristo, quien llama su pueblo se dispersa por todo el mundo.

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