Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sion, y haya limpiado la sangre de Jerusalén de en medio de ella con espíritu de juicio y con espíritu de ardor.

(f) Es decir, la crueldad, la extorsión, la malicia y toda maldad.

(g) Cuándo se abordarán las cosas que estaban mal.

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