Pero yo [era] como un cordero [o] un buey [que] es llevado al matadero; y yo no sabía que habían tramado conspiraciones contra mí, [diciendo]: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no se recuerde más su nombre.

(o) Destruyamos al profeta y su doctrina. Algunos dicen "Corrompemos su carne con madera", es decir, veneno.

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