Un asno montés usado en el desierto, [que] apaga el viento a su antojo; en su ocasión, ¿quién puede rechazarla? no se fatigarán todos los que la buscan; en su (l) mes la encontrarán.

(k) Él compara a los idólatras con un asno salvaje: porque ella nunca puede ser domesticada ni aún cansada: porque mientras corre, puede tomar su viento en cada oportunidad.

(l) Es decir, cuando esté pariendo, y por eso los cazadores esperan su tiempo; de modo que, aunque no puedas volver ahora de tu idolatría, sin embargo, cuando tu iniquidad esté en la caída, Dios se encontrará contigo.

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