(10) Sin embargo, también muchos de los principales gobernantes creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaron, para que no fueran expulsados ​​de la sinagoga.

(10) Los que creen no solo son pocos en número, si se les compara con los incrédulos, sino también la mayoría de esos pocos (sí, y especialmente los de mayor rango) temen a los hombres más que a Dios.

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