(6) El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay injusticia en él.

(6) La verdadera doctrina de la salvación difiere de la falsa en esto, que la verdadera doctrina expone la gloria de Dios, y la falsa doctrina envaneciendo a los hombres, deshonrando la gloria de Dios.

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