(13) Y le dijo: Mira, no digas nada a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para testimonio a ellos.

(13) Demuestra que no estaba motivado por la ambición, sino solo por el deseo de la gloria de su Padre y por su amor hacia los pobres pecadores.

(u) Toda la posteridad de Aarón tenía autoridad para juzgar a un leproso.

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