Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, vendrá a ti, el primer dominio; el reino vendrá a la hija de Jerusalén.

(i) Es decir, Jerusalén, donde se reunieron las ovejas del Señor.

(k) El estado floreciente del reino, como lo fue bajo David y Salomón, lo cual se logró para la Iglesia con la venida de Cristo.

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