Cuán delicioso es hacer lo que hicieron los siervos de Ezequías en diversas pruebas; Manténgase en silencio. En vuestra paciencia (dice nuestro querido Señor) poseed vuestras almas. La prenda alquilada y las cenizas esparcidas eran señales de verdadero dolor. En el evangelio está el corazón contrito y humillado, rociado con la sangre de Cristo.

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