Es muy evidente que todo el diseño de este nuevo muladar que Dios instaló, tenía como objetivo criminar a los judíos fieles. Y como en la última ocasión, en el caso de Daniel; esos tres hombres ascendieron a altos honores en Babilonia, contra ellos se apuntó el arco mortal. Ruego al lector que me comente dos cosas que, aunque el Espíritu Santo no ha explicado, el Señor el Espíritu ciertamente tuvo la intención de que los fieles no las pasen por alto.

La primera es que Daniel, aunque los caldeos lo llamaron Beltsasar, en relación con su dios ídolo Bel; sin embargo, lo evita cuidadosamente en la historia, como si lo despreciara, y se mantiene cerca de su propio nombre real, en honor al Dios de Israel. Y la otra es que en esta acusación de los compañeros de Daniel, no se menciona al mismo Daniel. No hay forma de explicar esto, pero suponiendo lo que probablemente sea el caso; que Daniel en este momento podría estar ausente de la corte babilónica.

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