¡He aquí, lector! ¡Qué gran cambio! ¿Quién tan aparentemente desamparado y desdichado como el fiel Daniel, cuando fue arrojado al foso de los leones? ¿Quién fue tan bendecido cuando fue sacado? ¡Lector! no pierdas de vista estas cosas; porque son los michtams del Señor; y debe tenerse en memoria eterna de todos los redimidos y ejercitados de Cristo.

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