Aquí el SEÑOR comienza a darle a Israel las arras de sus promesas. Pero qué tema tan delicioso es este, cuando lo comprende el verdadero creyente en JESÚS: cuando después de todas las escaramuzas, conflictos y pruebas, a través del desierto, el SEÑOR le da a su pueblo para ver que son más que vencedores, a través de su gracia ayudando ellos. ¡Oh! por las arras del ESPÍRITU, que lleva al alma creyente, por medio de la fe, a los mismos suburbios del cielo. 2 Corintios 5:5 .

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