CONTENIDO

El Predicador todavía está procesando su sermón a través de este Capítulo;

pero doblando muchos dichos importantes en frases cortas.

Eclesiastés 10:1

Las moscas muertas hacen que el ungüento del boticario desprenda un olor pestilente: así es un poco locura el que tiene fama de sabiduría y honor.

Este versículo puede servir para mostrarnos la frecuencia con la que algunas de las cosas más preciosas se ocultan bajo una cubierta poco prometedora. Si tomamos esta expresión en su sentido literal, sin duda es muy cierto. La locura dará un matiz a mucha reputación de sabiduría, como las moscas muertas darán un tono desagradable al ungüento del boticario. Pero si todo esto se aprendiera de esta escritura, no se requería la sabiduría de Salomón, mucho menos la enseñanza del Espíritu Santo, para dar tal información.

Pero si por las moscas muertas de las que se habla aquí, el Espíritu bendito tuvo la intención de enseñar a la Iglesia, que nuestras cosas corruptas (es más, nuestras mejores cosas, que de los pecadores por naturaleza mueren en delitos y pecado, no pueden ser de otra manera que muertas), mezclado con la justicia de Jesús, cuyo nombre de fragancia es como ungüento derramado; ¿No hará que todo lo que es bienaventurado en Jesús se pierda en nuestros sentidos espirituales, su dulzura por nuestro mal olor? ¡Lector! ¿Por qué lo que es precioso en Jesús no es en todo momento igualmente precioso para nosotros, sino por nuestra mezcla con él, lo que es nuestro?

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