Ezequiel 21:1

CONTENIDO El Profeta sigue cumpliendo su misión de predicar a la gente. En este capítulo profetiza contra Jerusalén, bajo la imagen de una espada.... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:1-7

Parecería que esto no era más que una continuación del capítulo anterior, donde el Señor había ordenado al Profeta que pusiera su rostro hacia el sur y la profecía. Porque, mientras el Profeta se quejaba de que la gente solo se burlaría de él y diría que no era más que una parábola, el Señor le pide... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:8-17

Este parece ser otro sermón de la misma cantidad que el anterior. El Señor ordena a Su siervo que continúe su mensaje alarmante, y una y otra vez que clame acerca de la espada de la matanza del Señor. Y el Profeta mismo ha de ser también una señal para el pueblo, y llorar y aullar, y golpearse en el... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:18-24

Quizás por los dos caminos se pretende el doble ataque que el rey de Babilonia hizo sobre Jerusalén y la ciudad principal de los amonitas; pero con respecto a lo cual, como lo representa esta escritura, estuvo indeterminado por un tiempo cuál destruir primero. Pero lo que al Profeta se le ha encomen... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:25-27

Aquí el Señor habla personalmente al Rey de Israel, y es un discurso muy espantoso. Pero lo que le ruego al lector que observe más inmediatamente es la promesa de Aquel que vendrá, cuyo derecho es la corona y la diadema de Israel, y que la dignidad real se perderá hasta Su venida. ¿Y a quién podría... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:28-32

La profecía aquí es de Ammón, a quien el rey de Babilonia también sometió al igual que Jerusalén. El Señor se ha complacido en intercalar la historia de Israel, aquí y allá, con el relato de otras naciones, a modo de manifestar la soberanía de Su gobierno, y demostrar que Él mismo es Rey de Naciones... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 21:32

REFLEXIONES ¡LECTOR! la lectura de este capítulo será muy provechosa, tanto para su corazón como para el mío, si, bajo la enseñanza de Dios el Espíritu Santo, extraemos de él las instrucciones evidentemente dirigidas al pueblo de Dios; a saber, cuán bienaventurado es tener al Señor como nuestro Dio... [ Seguir leyendo ]

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