REFLEXIONES

¡OH! vosotros pastores en el redil de la Iglesia de Cristo por cualquier nombre o rango que os distinguáis entre los hombres; ¡Lea aquí las solemnes declaraciones del Señor, y contemple las terribles y tremendas consecuencias de la infidelidad en sus varios y distintos cargos! ¡Quienes, en aras de una distinción trivial, breve y transitoria entre los hombres, tomarían el solemne cuidado del redil de Cristo sobre ellos y tendrían la sangre de las almas a sus puertas! ¡Oh! ¡Ustedes mercenarios! ¡Quienes por fines carnales, y no por amor a Cristo y sus ovejas, se apresuran al servicio de los pastos del Señor! ¡He aquí el triste y miserable final de una vida tan miserable y una confianza tan abusada! ¡Oh! que el Señor, en compasión de su rebaño, detendría el loco y desesperado intento de hombres tan perdidos y depravados; y dar, como ha prometido amablemente, a su Iglesia,Jeremias 3:15

Pero de un tema tan verdaderamente espantoso, lector, busque alivio usted y yo mirando a Jesús, el buen pastor, que ha dado su vida por las ovejas. En verdad, Señor, tu Padre en gracia te dio tu rebaño, y lo hizo tuyo cuando viniste a buscar y salvar lo que se había perdido. A través de cada parte de este Capítulo, en todo lo que se promete del pastor fiel, seguimos tus pasos y marcamos los rasgos distintivos de tu carácter.

¡Sí, bendito Jesús! eres tú, y solo tú, que has atravesado los montes, y por cada colina y valle, en busca de tu rebaño; y has traído a casa, y traerás a casa a todos y a todos sobre tus hombros regocijados. Tu oficio es separar las cabras de las ovejas; y distinguir entre lo precioso y lo vil. Y dentro de poco, tú, que ahora eres el Cordero en medio del trono, alimentando a los que ahora están arriba y guiándolos a fuentes de aguas vivas, traerás a casa todo el rebaño que queda fuera del Egipto espiritual de este mundo, y ni una pezuña quedará atrás.

Entonces, bendito Señor, todas tus ovejas serán llevadas a un redil, y aseguradas para siempre de todos los vagabundeos futuros, cuando tú, el Pastor Principal, aparezcas, todas aparecerán contigo en gloria. Amén.

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