Pero ahora esfuérzate, oh Zorobabel, dice el SEÑOR; esfuérzate, oh Josué, hijo de Josedec, el sumo sacerdote; y esfuérzate todo el pueblo de la tierra, dice el SEÑOR, y trabaja; porque yo estoy con vosotros, dice el SEÑOR de los ejércitos: (5) Según la palabra que pacté con vosotros cuando salisteis de Egipto, así quedará mi espíritu entre vosotros; no temáis.

Ruego al lector particularmente que me comente esas dulces expresiones del Señor, estoy contigo. Y de nuevo, de acuerdo con la palabra que pacté con ustedes cuando salieron de Egipto. Y nuevamente, porque mi espíritu permanece entre ustedes. Yo preguntaría humildemente, y pero preguntaría, sin presumir de decidir sobre un tema tan infinitamente sublime y misterioso, ¿no están todas las personas de la Deidad descritas aquí, en su carácter de oficio, en la redención? ¿No está la presencia de Dios Padre con la Iglesia? ¿No es el Verbo Increado, con quien es el pacto de redención, y quien es en verdad el pacto mismo, y toda la suma y sustancia del mismo? ¿Y no ha estado Dios Espíritu Santo constantemente con la Iglesia desde el principio? ¡Lector! No olvide que esos benditos privilegios de la Iglesia de Cristo nunca han cesado y nunca lo harán.Mateo 28:20 .

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