Ruego al lector que me comente la belleza y el poder de esta escritura. Llamar a la espada para que se calle, es una bella imagen, para expresar los sentimientos del Profeta, en vista de la matanza, aunque sea de nuestros enemigos. Los sentimientos de gracia no destruyen los naturales, aunque los refinan. Como hombres en una naturaleza común, temblamos ante la destrucción de los hombres; pero como seguidores del Señor, los enemigos de Cristo son nuestros enemigos, y no puede haber nada neutral en esta guerra.

El que no es por mí, está contra mí. Todas estas cosas se explicarán por fin. Pero mientras tanto, nuestro deber es remitir todos a su inescrutable sabiduría. ¿No hará bien el Juez de toda la tierra?

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