¡Qué regreso tan horrible es aquí! Ahora estaban a poca distancia de Canaán, pero como consecuencia de su rebelión, debían vagar aún más por el desierto. ¿Y no hay en todo esto un tipo más sorprendente de las dispensaciones en el desierto del pueblo del SEÑOR cómo, cuando por rebeldía y desobediencia JESÚS esconde su rostro, y el alma vaga por los montes de leopardos, y entre las guaridas de los leones? ¡Queridísimo JESÚS! llámame en esas épocas, como hiciste con la esposa de antaño, y volveré a correr tras de ti. Canción 1-8.

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