El hijo sabio escucha la instrucción de su padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión. El hombre comerá bien por el fruto de su boca, pero el alma de los transgresores comerá violencia. El que guarda su boca guarda su vida, pero el que abre mucho sus labios tendrá ruina. El alma del perezoso desea, y nada tiene, pero el alma del diligente se engrasará. El justo odia la mentira, pero el impío es repugnante y se avergüenza.

La justicia guarda al recto de camino, pero la maldad vence al pecador. Hay quien se enriquece y no tiene nada; hay quien se empobrece y tiene grandes riquezas.

Me detengo en este último verso para preguntarle al lector si ha marcado la notable diferencia entre el que aquí se habla, como hacerse rico, mientras que pobre; y el otro, que teniendo muchas riquezas, se ha hecho pobre. Todo ojo que lea lo que aquí se dice, y mire al mundo, puede sorprenderse con la aplicación, cuando ve a miles como la iglesia de Laodicea, considerándose ricos y llenos de bienes, y sin necesidad de nada, aunque ignorantes. que son desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos.

Apocalipsis 3:17 . En el sentido espiritual de estas palabras, (y es en este sentido en el que evidentemente se pronuncian) lo que se multiplican los casos están ocurriendo todos los días. ¡Pero lector! Al pasar por el momento la consideración de tales personajes, no puede necesitar, espero, ninguna ayuda que le permita descubrir uno más eminentemente representado en el carácter de hacerse pobre, al mismo tiempo que posee grandes riquezas: no deben todos los ojos ser dirigidos instantáneamente a la contemplación del precioso Jesús? ¿Quién sino Él se ha humillado tanto a sí mismo y ha manifestado una humildad de alma como él? Sabéis, dice Pablo a la iglesia de Corinto, vosotros conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por vosotros se hizo pobre, para que vosotros por su pobreza seáis ricos.

2 Corintios 8:9 . Y qué otro relato encantador con el mismo efecto es ese pasaje de Pablo, Filipenses 2:5 . ¡Pero lector! no pase por alto el versículo, hasta que haya cuestionado su propio corazón, si el sentido consciente de la humildad sin igual de Jesús, y su inmenso tesoro, ha traído su alma en amor por él? ¿Te ha bendecido con opiniones tales sobre él, como para deleitarte en él? puntos de vista que lo deseen, y puntos de vista que lo escojan para su porción?

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