Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda; sí, cesarán las contiendas y el oprobio. El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios, el rey será su amigo. Los ojos del SEÑOR guardan el conocimiento, y derriba las palabras del transgresor. Dice el perezoso: Fuera hay un león, en las calles me matarán. Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; en ella caerá el aborrecido de Jehová. La necedad está atada al corazón de un niño; pero la vara de la corrección lo alejará de él.

Si no hubiera otro pasaje en las Escrituras que pruebe la corrupción original que este último, esto solo confirmaría la doctrina. La necedad está atada al corazón de un niño; es un preso, nacido allí y forjado en la propia constitución. Salmo 51:5 .

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