¡Lector! Mire una vez más a Jesús, mientras lee este relato. Recuerde cómo un discípulo lo traicionó y otro lo negó, y todos lo abandonaron y huyeron. ¡Escuche el fuerte grito de Jesús en la cruz, al arrojarse sobre su Padre, como su refugio y su porción! He aquí el Señor Jehová sacándolo de la cárcel, en su resurrección; y rastrea las benditas consecuencias, en los justos que creen en él y lo rodean, ahora el Señor lo ha exaltado y le ha dado un nombre que es sobre todo nombre. ¡Oh, cuán verdaderamente delicioso es leer la historia de Cristo en las primeras profecías y en los tipos de sus siervos en la antigua iglesia! ¡Y cuán verdaderamente bendecido, cuando a estos podemos agregar nuestro propio testimonio en nuestra firme creencia en él!

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