¿Fueron alguna vez palabras más claras que estas, para enseñarnos que es Jesús dirigiéndose así al Padre, reconociendo el cumplimiento del Padre de todos los compromisos del pacto, al apoyar la humanidad de Cristo en todas las temporadas de su encuentro con sus enemigos? Y, lector, ¿no puede todo el pueblo de Jesús en sus liberaciones y en sus victorias en él, mirar hacia arriba y bendecir a Dios por la misma misericordia?

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