• Deuteronomio 32:8

    Cuando el Altísimo repartió heredades a las naciones, cuando separó a los hijos del hombre, estableció las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Israel.

  • Deuteronomio 32:9

    Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es la parcela de su heredad.

  • Deuteronomio 32:10

    “Lo halló en tierra desértica, en medio de la soledad rugiente del desierto. Lo rodeó, lo cuidó, lo guardó como a la niña de sus ojos;

  • Deuteronomio 32:11

    como el águila que agita su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas.

  • Deuteronomio 32:12

    El SEÑOR solo lo guió; no hubo dioses extraños con él.

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