• Eclesiastés 10:2

    El corazón del sabio se inclina a su derecha; pero el corazón del necio a su izquierda.

  • Eclesiastés 10:3

    Aun cuando el insensato ande en el camino, le falta entendimiento y a todos hace saber que es insensato.

  • Eclesiastés 10:4

    Si el ánimo del gobernante se exalta contra ti, no abandones tu puesto; porque la serenidad apacigua grandes ofensas.

  • Eclesiastés 10:5

    Hay un mal que he observado debajo del sol, como el error que proviene de un gobernante:

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