• Ester 4:4

    Las jóvenes de Ester y sus eunucos fueron y se lo contaron, y la reina se estremeció muchísimo. Ella envió ropa para vestir a Mardoqueo y quitarle de encima el cilicio; pero él no la aceptó.

  • Ester 4:5

    Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto al servicio de ella, y lo envió a Mardoqueo para saber qué sucedía y por qué.

  • Ester 4:6

    Hatac salió y fue a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba frente a la puerta real.

  • Ester 4:7

    Y Mardoqueo le reveló todo lo que le había acontecido, y la cantidad exacta de plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey a costa de los judíos, con tal de destruirlos.

  • Ester 4:8

    También le dio una copia del documento del decreto que había sido promulgado en Susa para que los judíos fueran exterminados, a fin de que se la mostrara a Ester, le informara y le encargara que fuera al rey para suplicarle e interceder ante él por su pueblo.

  • Ester 4:9

    Hatac regresó e informó a Ester de las palabras de Mardoqueo.

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