• Éxodo 2:11

    Aconteció cierto día, cuando Moisés había crecido, que fue a visitar a sus hermanos y los vio en sus duras tareas. Entonces vio a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.

  • Éxodo 2:12

    Él miró a uno y otro lado, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.

  • Éxodo 2:13

    Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable: — ¿Por qué golpeas a tu prójimo?

  • Éxodo 2:14

    Y él le respondió: — ¿Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo y pensó: “Ciertamente el asunto ya es conocido”.

  • Éxodo 2:15

    Cuando el faraón se enteró de este hecho, procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia del faraón y se fue a la tierra de Madián, y se sentó junto a un pozo.

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