• Éxodo 7:11

    El faraón también llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos.

  • Éxodo 7:12

    Cada uno echó su vara, las cuales se convirtieron en serpientes; pero la vara de Aarón se tragó las varas de ellos.

  • Éxodo 7:13

    Y el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.

  • Éxodo 7:14

    Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: — El corazón del faraón se ha endurecido, y rehúsa dejar ir al pueblo.

  • Éxodo 7:15

    Ve por la mañana al faraón, cuando él salga al río. Ponte frente a él a la orilla del Nilo. Toma en tu mano la vara que se transformó en serpiente,

  • Éxodo 7:16

    y dile: “El SEÑOR, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto’. Pero he aquí que hasta ahora no has querido escuchar.

  • Éxodo 7:17

    Así ha dicho el SEÑOR: ‘En esto conocerás que yo soy el SEÑOR’; he aquí, con la vara que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y estas se convertirán en sangre.

  • Éxodo 7:18

    Los peces que hay en el Nilo morirán. El Nilo apestará, y los egipcios tendrán asco de beber agua del Nilo”.

  • Éxodo 7:19

    El SEÑOR dijo también a Moisés: — Di a Aarón: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales, sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua; y ellas se convertirán en sangre”. Habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los baldes de madera y en las vasijas de piedra.

  • Éxodo 7:20

    Moisés y Aarón hicieron como les mandó el SEÑOR. Alzó la vara y golpeó las aguas del Nilo en presencia del faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Nilo se convirtieron en sangre.

  • Éxodo 7:21

    Los peces que había en el Nilo murieron. Y el Nilo apestaba, de modo que los egipcios no podían beber de él. Hubo sangre en toda la tierra de Egipto.

  • Éxodo 7:22

    Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el corazón del faraón se endureció, y no los escuchó, tal como el SEÑOR lo había dicho.

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