• Ezequiel 10:1

    Entonces miré; y he aquí, sobre la bóveda que estaba encima de la cabeza de los querubines, apareció sobre ellos algo como una piedra de zafiro que tenía el aspecto de un trono.

  • Ezequiel 10:2

    Y Dios dijo al hombre vestido de lino: — Entra en medio de las ruedas, debajo de los querubines, llena tus manos con carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad. Él entró ante mi vista.

  • Ezequiel 10:3

    Y cuando entró aquel hombre, los querubines estaban de pie en el lado sur del templo y la nube llenaba el atrio interior.

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