• Génesis 24:15

    Y aconteció que cuando él aún no había acabado de hablar, he aquí que con su cántaro sobre el hombro venía Rebeca, que le había nacido a Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham.

  • Génesis 24:16

    La joven era muy hermosa; era virgen, a quien ningún hombre había conocido. Ella descendió al manantial, llenó su cántaro y subía.

  • Génesis 24:17

    Entonces el siervo corrió hacia ella y le dijo: — Por favor, dame de beber un poco de agua de tu cántaro.

  • Génesis 24:18

    Y ella respondió: — Bebe, señor mío. Se apresuró a bajar su cántaro a su mano y le dio de beber.

  • Génesis 24:19

    Cuando acabó de darle de beber, agregó: — También sacaré agua para tus camellos, hasta que acaben de beber.

  • Génesis 24:20

    Se dio prisa, vació su cántaro en el abrevadero y corrió otra vez al pozo para sacar agua. Y sacó para todos sus camellos.

  • Génesis 24:21

    El hombre la observaba en silencio para saber si el SEÑOR había dado éxito a su viaje o no.

  • Génesis 24:22

    Cuando los camellos acabaron de beber, el hombre le obsequió un pendiente de oro que pesaba cinco gramos y medio y dos brazaletes de oro para sus brazos, que pesaban ciento diez gramos.

  • Génesis 24:23

    Y le preguntó: — ¿De quién eres hija? Dime, por favor, ¿habrá lugar en la casa de tu padre donde podamos alojarnos?

  • Génesis 24:24

    Ella respondió: — Yo soy hija de Betuel, hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.

  • Génesis 24:25

    — Y añadió — : También en nuestra casa hay paja y mucho forraje, y lugar para alojarse.

  • Génesis 24:26

    Entonces el hombre se inclinó y adoró al SEÑOR

  • Génesis 24:27

    diciendo: — ¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, que no apartó de mi señor su misericordia y su verdad! En el camino el SEÑOR me guió hacia la casa de los hermanos de mi señor.

  • Génesis 24:28

    La joven corrió y contó estas cosas en la casa de su madre.

  • Génesis 24:29

    Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, hacia el manantial.

  • Génesis 24:30

    Sucedió que cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, y oyó las palabras de su hermana Rebeca, que decía: “Así me habló aquel hombre”, vino a él, y he aquí que él estaba junto a los camellos, al lado del manantial.

  • Génesis 24:31

    Y le dijo: — Ven, bendito del SEÑOR. ¿Por qué estás ahí fuera? Yo he preparado la casa y el lugar para los camellos.

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