• Génesis 31:40

    De día me consumía el calor, y de noche la helada; hasta el sueño huía de mis ojos.

  • Génesis 31:41

    Así he pasado veinte años en tu casa: catorce años trabajé por tus dos hijas y seis por tu ganado; y tú has cambiado mi salario diez veces.

  • Génesis 31:42

    Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me dejarías ir ahora sin nada. Pero Dios ha visto mi aflicción y el duro trabajo de mis manos; por eso te reprendió anoche.

  • Génesis 31:43

    Labán respondió y dijo a Jacob: — Las hijas son mis hijas, los hijos son mis hijos y las ovejas son mis ovejas. ¡Todo lo que tú ves es mío! ¿Qué puedo hacer hoy a estas hijas mías o a sus hijos que ellas han dado a luz?

  • Génesis 31:44

    Ven, pues, ahora, hagamos un pacto entre tú y yo, y sirva de testimonio entre tú y yo.

Continúa después de la publicidad