• Jeremias 1:5

    — Antes que yo te formara en el vientre, te conocí; y antes que salieras de la matriz, te consagré y te di por profeta a las naciones.

  • Jeremias 1:6

    Y yo dije: — ¡Oh SEÑOR Dios! He aquí que no sé hablar, porque soy un muchacho.

  • Jeremias 1:7

    Pero el SEÑOR me dijo: — No digas: “Soy un muchacho”; porque a todos a quienes yo te envíe tú irás, y todo lo que te mande dirás.

  • Jeremias 1:8

    No tengas temor de ellos, porque yo estaré contigo para librarte, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 1:9

    Entonces el SEÑOR extendió su mano y tocó mi boca. Y me dijo el SEÑOR: — He aquí, pongo mis palabras en tu boca.

  • Jeremias 1:10

    Mira, en este día te he constituido sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y desmenuzar, para arruinar y destruir, para edificar y plantar.

  • Jeremias 1:11

    Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: — ¿Qué ves, Jeremías? Y respondí: — Veo una vara de almendro.

  • Jeremias 1:12

    Y el SEÑOR me dijo: — Has visto bien, porque yo vigilo sobre mi palabra para ponerla por obra.

  • Jeremias 1:13

    Vino a mí la palabra del SEÑOR por segunda vez, diciendo: — ¿Qué ves? Y respondí: — Veo una olla hirviente que se vuelca desde el norte.

  • Jeremias 1:14

    Entonces el SEÑOR me dijo: — Del norte se desatará el mal sobre todos los habitantes del país.

  • Jeremias 1:15

    Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice el SEÑOR. Ellos vendrán, y cada uno pondrá su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, junto a todos sus muros alrededor y en todas las ciudades de Judá.

  • Jeremias 1:16

    Y proferiré mis juicios contra ellos por toda su maldad con que me abandonaron, pues ofrecieron incienso a otros dioses y se postraron ante la obra de sus propias manos.

  • Jeremias 1:17

    Tú, pues, ciñe tus lomos y levántate; tú les dirás todo lo que yo te mande. No te amedrentes delante de ellos, no sea que yo te amedrente delante de ellos.

  • Jeremias 1:18

    Porque he aquí que yo te he puesto hoy como una ciudad fortificada, como una columna de hierro y como un muro de bronce contra todo el país; tanto para los reyes de Judá, como para sus magistrados, para sus sacerdotes y para el pueblo de la tierra.

  • Jeremias 1:19

    Lucharán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estaré contigo para librarte, dice el SEÑOR.

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