• Jeremias 10:6

    ¡No hay nadie semejante a ti, oh SEÑOR! Tú eres grande; grande es tu nombre en poder.

  • Jeremias 10:7

    ¡Quién no te temerá, oh Rey de las naciones! Porque a ti se te debe temer. Entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay nadie semejante a ti.

  • Jeremias 10:8

    Son torpes e insensatos a la vez. El mismo ídolo de madera es una lección de vanidades:

  • Jeremias 10:9

    Traen plata laminada de Tarsis y oro de Ufaz, los cuales son trabajados por el platero y por las manos del fundidor. Sus vestiduras son de material azul y de púrpura; todas son obra de expertos.

  • Jeremias 10:10

    Pero el SEÑOR es el verdadero Dios; él es el Dios vivo y el Rey eterno. Ante su enojo tiembla la tierra; las naciones no pueden resistir su furor.

  • Jeremias 10:11

    Así les dirán: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo de estos cielos.

  • Jeremias 10:12

    Él hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabiduría y extendió los cielos con su inteligencia.

  • Jeremias 10:13

    Cuando emite su voz, se produce un tumulto de aguas en los cielos. Él hace subir la neblina desde los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos”.

  • Jeremias 10:14

    Todo hombre se embrutece por falta de conocimiento. Todo platero es avergonzado a causa de su ídolo. Porque sus ídolos de fundición son un engaño, y no hay espíritu en ellos.

  • Jeremias 10:15

    Son vanidad, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.

  • Jeremias 10:16

    No es como ellos la Porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la tribu de su heredad. ¡El SEÑOR de los Ejércitos es su nombre!

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