• Jeremias 23:29

    ¿No es mi palabra como el fuego y como el martillo que despedaza la roca?, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 23:30

    Por tanto, he aquí, yo estoy contra los profetas que hurtan mis palabras, cada uno de su vecino, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 23:31

    He aquí, yo estoy contra los profetas que con sus lenguas hablan lisonjas y proclaman: ‘El SEÑOR dice’.

  • Jeremias 23:32

    He aquí, dice el SEÑOR, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos y los cuentan, haciendo errar a mi pueblo con sus mentiras y con su liviandad. Yo no los envié ni les mandé. Ningún provecho traerán a este pueblo, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 23:33

    “Cuando este pueblo o algún profeta o sacerdote te pregunte diciendo: ‘¿Cuál es la profecía del SEÑOR?’, les dirás: ‘Ustedes son la profecía, y yo los rechazaré’, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 23:34

    “Al profeta, al sacerdote y a cualquiera del pueblo que diga: ‘Profecía del SEÑOR’, yo castigaré a tal hombre y a su casa.

  • Jeremias 23:35

    Así dirán cada cual a su compañero y cada uno a su hermano: ‘¿Qué ha respondido el SEÑOR? ¿Qué ha hablado?’.

  • Jeremias 23:36

    Nunca más se acordarán de decir: ‘Profecía del SEÑOR’. Porque, ¿acaso ha de ser profecía la palabra de cada hombre? Ustedes pervierten las palabras del Dios vivo, el SEÑOR de los Ejércitos, nuestro Dios.

  • Jeremias 23:37

    “Así dirás al profeta: ‘¿Qué te respondió el SEÑOR? ¿Qué habló el SEÑOR?’.

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