• Jeremias 4:19

    ¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las paredes de mi corazón. Se conmociona mi corazón dentro de mí. No callaré, oh alma mía, porque lo que has oído es el sonido de la corneta, el pregón de guerra.

  • Jeremias 4:20

    Quebranto sigue a quebranto, porque toda la tierra es devastada. ¡De repente son devastadas mis moradas; en un momento, mis tiendas!

  • Jeremias 4:21

    ¿Hasta cuándo habré de ver la bandera y tendré que oír el sonido de la corneta?

Continúa después de la publicidad