• Lamentaciones 4:1

    ¡Cómo se ha empañado el oro! ¡Cómo se ha alterado el buen oro! Las piedras del santuario están esparcidas por los cruces de todas las calles.

  • Lamentaciones 4:2

    Los apreciados hijos de Sion, que eran estimados en oro fino, ¡cómo son tenidos ahora como vasijas de barro, obra de manos de alfarero!

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