• Lamentaciones 4:4

    Se pega a su paladar la lengua del niño de pecho, a causa de la sed. Los pequeñitos piden pan, y no hay quien se lo reparta.

  • Lamentaciones 4:5

    Los que comían delicados manjares han quedado desolados en las calles. Los que fueron criados con carmesí han abrazado la basura.

  • Lamentaciones 4:6

    Es mayor la iniquidad de la hija de mi pueblo que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento sin que pusieran manos sobre ella.

  • Lamentaciones 4:7

    Eran más limpios sus príncipes que la nieve, más blancos que la leche. Sus mejillas eran sonrosadas, más que las perlas. Su talle era como el zafiro.

  • Lamentaciones 4:8

    Más oscuros que el hollín están ahora sus semblantes; no los reconocen por las calles. Su piel está encogida sobre sus huesos, reseca como un palo.

Continúa después de la publicidad